sábado, 19 de mayo de 2012

Balada triste y un cielo lleno de estrellas.

    Hay momentos en los que suelo sentirme perdido. Mayormente durante la noche. Con la luna como unica compañera entre la bruma los pensamientos llegan a mi como un torrente de aguas embravecidas. Aun asi, es en esos momentos cuando el bosque se apiada de mi pobre alma. No es algo muy comun que un bosque muestre sentimientos, pero hay que admitir que este es uno especial. Puede parecer que la bruma que lo rodea y no deja reencontrar el camino es una prision, pero nada mas lejos de la realidad. Nos protege. Mantiene el dolor y la tristeza fuera, alejada de los corazones, impidiendo que las lagrimas vuelvan a salir a flote.
    ¿No es tan malo despues de todo, verdad?
    Pero todo tiene un precio. Una vez entras no te dejara marchar. El bosque se siente solo y busca la compañia de aquellos que se pierden. Y es por ello que yo comparto cada noche mi soledad con el.
    A la luz de la pristina luz de la luna y las estrellas compartimos la dulce melodia del piano y el violin, inundando cada pequeño rincon, transportando sentimientos olvidados. Los pesares desaparecen poco a poco, la tranquilidad inunda el lugar... Quizas algun dia las almas perdidas entre la bruma no necesiten nunca mas el bosque...

    Pero yo... Yo le necesitare siempre, por eso me quedo aqui, compartiendo una balada triste y un cielo lleno de estrellas.


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