La luna, esa vieja compañera de poetas que nos vigila desde el cielo ¿Cuantas seran las personas a las que enamoro desde su posicion privilegiada en lo alto del cielo? Quizas esta noche su luz no ilumine el bosque a traves de las ramas, pero la lluvia baja a hacernos una visita en esta noche llena de melancolia. Puede que sea el cielo contagiandose de la tristeza arrastrada por la bruma. Puede que nos haga un favor al ocultar las lagrimas...
Sea como sea, el sonido de las gotas contra el estanque es la musica que esta noche nos servira de compas.
Hoy el piano y el violin nos abandonan dejando que sea la naturaleza quien tome la batuta, quien nos inspire y nos ayude a combatir la soledad. Aunque nunca estemos solos. El bosque siempre vela por sus almas... Y en esta fria noche nos ofrece cobijo bajo las ramas de sus arboles, pero no importa, pues la lluvia no es mala. Puede que moje nuestras ropas,, pero no puede dañarnos. Es nuestra nueva compañera.
Ignoramos que es lo que pensaran los peces sobre esta pieza que la naturaleza nos regala, solo estamos seguros de que su baile bajo la superficie no cesa. Quizas sean estos los seres mas felices de todo nuestro bosque. No puedo imaginar que sentiran con cada onda formada con cada gota impactando contra el agua, solo espero que llegue a reconfortarles tanto como lo hace al golpear la lluvia contra mi piel.
Tarde o temprano las nubes se marcharan llevandose la tormenta y la lluvia con ellas, y entonces el claro de luna regresara a nosotros.
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